Católicos bolivianos no se inmutan por los escándalos sexuales mientras se preparan para un festival masivo
LA PAZ, Bolivia -- Devotos católicos en Bolivia se prepararon para una de las celebraciones religiosas más grandes del país este fin de semana en un momento en que la iglesia en este país andino se ha visto sacudida por un número creciente de escándalos de abuso sexual.
Los fieles que se preparaban este sábado para la fiesta de Jesús del Gran Poder insistieron en que los casos de abusos que han salido a la luz en las últimas semanas no afectarán la fiesta folklórica-religiosa de La Paz, que fusiona tradiciones católicas e indígenas locales.
Decenas de miles de personas descenderán a la capital el sábado vistiendo atuendos coloridos para bailar al ritmo de miles de músicos que tocan música indígena tradicional en una demostración de su fe.
Lo que comenzó como una pequeña celebración en el barrio Great Power hace un siglo ahora se apodera de gran parte de la capital.
Los líderes de la Iglesia Católica reconocieron esta semana que la iglesia había sido "sorda" ante el sufrimiento de las víctimas de abuso sexual en medio de las consecuencias del caso que involucró al difunto sacerdote jesuita español, Alfonso Pedrajas.
Según un diario privado al que accedió el diario español El País, Pedrajas presuntamente abusó de decenas de menores en internados católicos en Bolivia en las décadas de 1970 y 1980. Murió de cáncer en 2009.
“Mi fe sigue intacta porque no es con el clero sino con el poder superior”, dijo Marco Villca, vecino del barrio Gran Poder, que bulle de actividad antes de la fastuosa fiesta presidida por el alcalde de la ciudad.
El párroco de la iglesia del barrio, Marcelo Ramírez, expresó confianza “en que la fe no se perderá por estas cosas trágicas que han pasado en el país”.
La iglesia alberga la representación de Jesús que se venera durante la multitudinaria fiesta y sirve como punto de partida del desfile que continuará hasta el domingo por la mañana.
Jordi Bertomeu, un sacerdote español que es uno de los principales investigadores de delitos sexuales del Vaticano, visitó Bolivia durante unos días, al menos en parte para lidiar con las consecuencias de los crecientes escándalos de abuso sexual. Anteriormente había dirigido investigaciones sobre abusos de sacerdotes en Chile.
El Ministerio Público ha abierto una investigación y ha pedido a las víctimas que se presenten. El fiscal general Wilfredo Chávez dijo el mes pasado que alrededor de 23 sacerdotes han sido implicados en supuestos casos de pedofilia.
Las protestas aisladas en las escuelas católicas de todo el país han llevado a los padres de los estudiantes a quejarse de un ambiente hostil para sus hijos. Las escuelas católicas representan el 19% de las instituciones educativas del país, según la Iglesia Católica de Bolivia.
Aunque las iglesias protestantes evangélicas han hecho grandes avances en Bolivia y en gran parte de América Latina, la mayoría de los bolivianos todavía afirman profesar la fe católica.
“Mi fe es más fuerte que nunca… los crímenes los cometen individuos”, dijo Marquín Silva mientras se preparaba para honrar a Jesús del Gran Poder.
Cerca de allí, Angélica Álvarez, quien también estaba madrugando en las celebraciones, también calificó los escándalos como obra de unos pocos.
“Hay gente que dice ser católica y a veces se corrompe”, dijo, y agregó que para quienes se preparan para la festividad, “todo es fe”.